miércoles, 9 de noviembre de 2011

Capítulo 7.

Había pasado un mes desde que llegamos a casa de mi hermano. Nos iba bastante bien. Mi hermano iba a la universidad todas las mañanas, y Carlos y yo nos quedábamos en casa, porque no teníamos instituto donde ir. El marido de la madre de Carlos, le llamó bastantes veces, pero él no le cogía nunca. Su madre también llamaba, pero él reaccionaba igual. No queríamos dar ninguna pista de dónde estamos o por qué nos hemos ido, pero creo que es normal, ¿no? Yo busco todos los días algún piso o algo lejos, pero todo es demasiado caro, ¡no tenemos tanto dinero! 
Ahora mismo era por la mañana y Carlos y yo estábamos dando un paseo por la calle, cuando sonó el móvil de Carlos. Miró quien llamaba y no lo cogió. Era el marido de su madre. Llamó otra vez, y tampoco le cogió. Estuvo un rato sin sonar, pero al poco tiempo llegó un mensaje. Él se quedó mirándolo, embobado. Yo, preocupada, le pregunté:
- ¿Qué pasa?
Al ratito, contestó.
- ¿Qué? Ah, nada, no es nada...
- Es un mensaje de él, ¿verdad?
Se quedó en silencio. Lo tomé por un sí.
- ¿Qué pone? - dije impaciente.
- Nada.
- Carlos, dame el móvil. Quiero leer lo que pone. - esto me estaba dando mala espina.
- Que no es nada...
- No soy tonta. - y le arrebaté el móvil. Empecé a leer...
Carlos, Carlos, Carlos... ¿creéis que soy tonto? ¿Creéis que dos críos van a engañarme? Y sí, digo creéis porque sé que Sara también lo estará leyendo. Sabía que esto pasaría, por eso, puse un localizador en tu móvil, y sé exactamente donde estáis. Y para ti, Sara, que sepas que tienes los días contados. No debiste contarlo... Y Carlos, a ti te espera una buena... lo malo es que eres el hijo de mi novia... Ya veré lo que hago contigo.
Me quedé petrificada. Estaba muerta. 
- ¿Sara? - no contestaba. - ¿Sara?
Me quedé de piedra. ¿¡Cómo había llegado esto tan lejos!? Debí hacerle caso... Debí haberlo dejado... Ahora él también tiene culpa...
- Esto no puede seguir así. - dije seria.
- ¿Hablas de el móvil? Lo esconderemos para que no nos siga.
- No, no hablo del móvil.
- ¿Entonces?
- De todo esto, no puede seguir así. Esto no es cosa tuya, y te he metido en esto. Ahora te hará daño a ti también, si es que no te mata.
- ¿Qué estás insinuando?
- Estoy insinuando en que voy a volver a casa.
- ¿¡Qué!? ¿¡Para qué!?
- Para ir a hablar con él.
- ¿¡¡Estás loca!!?
- No... O puede, pero si estoy loca por algo, es por ti, y si te hiciera daño por mi culpa... No lo soportaría. Preferiría que me matase a mí.
- No digas tonterías.
- ¡No son tonterías! ¡Debí hacerte caso desde el principio! 
- Te dije que tu bien era alejarte de mí...
- ¡No! Por mi bien no, ¡por el tuyo! Nunca me perdonaría que te hiciera a ti. Voy a volver a casa.
- No volverás sola.
- Sí que lo haré.
- Volveré contigo.
- No lo harás.
- Sí.
- No te dejaré que lo hagas, Carlos.
Nos quedamos en silencio. Fuimos andando hasta la casa. Él se quedó abajo mirando qué sé yo. Yo subí a preparar la maleta. Cuando iba a abrir la puerta, él entraba.
- Te he dicho que no te vas, que no te voy a dejar.
- Y yo te he dicho que me voy a ir, que me da igual lo que me digas.
Se quedó callado. Me acerco a él y le abrazo muy fuerte mientras una lagrimilla cae por mi mejilla.
- Lo siento. - le susurro en el oído. - Pero no quiero que te hagan daño. Ya he perdido a mucha gente, no quiero perderte a ti.
- No te vayas, por favor. - él también tenía los ojos llorosos y alguna que otra lagrimilla por ahí.
- Es lo mejor.
- Para mí, no.
- Sí que lo es, me lo agradecerás en algún futuro. Retomarás tu vida, fuera, y serás feliz.
Entonces, se separó bruscamente de mí.
- ¡Cómo voy a retomar mi vida, si toda mi vida y todo mi mundo lo eres tú! - dijo gritando. - ¡No quiero perder a lo que más quiero!
- Yo tampoco... - dije en un susurro. - Pero tampoco quiero que te pase nada. Lo siento.
- Por favor...
- No, Carlos. Adiós... Te quiero.
Salí y cerré la puerta detrás mía. Llegó el momento de acabar lo que empezó hace un año y poco más. Y eso solo lo puedo arreglar yo sola.
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Sé que es muy muy muy corto, y lo siento mucho, pero apenas he tenido tiempo de escribir, ya os lo recompensaré, palabra.
Yo no sé ustedes, pero a mí se me fue alguna que otra lagrimilla...
Intentaré publicar prontito. Un beso!

4 comentarios:

  1. A mi me ha encantado y me ha emocionado!!!!Precioso:D corto, pero precioso:) Cuidate mucho, guapa. UN beso.
    Any

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  2. ¿Sabes lo que pasa? Que lo breve, si es bueno, es dos veces nuevo. No te preocupes Loqiita. Vas muy bien...por lo menos desde mi punto de vista.
    Un beso <3

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  3. No puede irse, Sara tiene que quedarse con Carlos y vivir una historia de cuento de hadas, y todo eso sin ninguna muerte. :/
    Bueno, no importa que sea corto, a veces los capítulos cortos, son los mejores. :)
    Publica cuando puedas. Un beso. :D
    PD: Siento no haber comentado antes, pero estoy castigada. :(

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  4. Sara es muy atrevida si pretende enfrentarse sola al asesino de su madre. Si tanto quiere a Carlos debería contar con su ayuda. No le hagas pasar sola por eso, Loqiita. Ha sido muy intenso. Sigue así. Hubiera comentado antes pero estuve distraído esta semana con alguien que era una buena amiga :'(

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